Los últimos tiempos nos han traído sangre nueva y letras potentes a los amantes de la música de raíces, con compromisos políticos y sociales con los problemas de la actualidad. Ya desde el gran Steve Earle, pasando por BJ Barham de American Aquarium hasta la más reciente y deliciosa Brandi Carlile y esa maravillosa banda The Highwaywomen. Mantener los paisajes y algunas tradiciones culturales; los estilos de vida, las melodías pero desanclándolas de los dolorosos prejuicios de antaño es algo que está sucediendo en el country, bluegrass y estilos similares de profundo arraigo. Las raíces permanecen, pero se expanden y la sombra de los árboles que crecen gracias a ellas albergan a cada vez más tipos de personas.

Y en esta tarea nos encontramos a la cantautora Sarah Shook. Criada en una asfixiante comunidad fundamentalista cristiana, aprendió a tocar el piano repitiendo música clásica e himnos religiosos. Con apenas 19 años, Shook dió un golpe en la mesa renunciando a su educación conservadora y formando su primera banda: “Sarah Shook and The Devil”. Bisexual, de género no binario, atea y comprometida con los derechos de la comunidad LGTBI+, Sarah Shook representa a un gran número de personas amantes de la música de raíces conscientes de que hay mucho más de lo que hablar además de camionetas y rodeos. 

Con una explosiva mezcla de punk, outlaw country y honky tonk; la actitud que muestra en sus directos al mando de su banda, The Disarmers es desafiante, cualidad que tanto hemos admirado en músicos de género masculino pero que parece amenazar a algunos cuando la representa una persona de género no binario.

Sois todos bienvenidos a disfrutar a una de las grandes representantes de la mezcla de lo antiguo y lo nuevo, de las viejas melodías con las nuevas reivindicaciones.

Y sobre todas las cosas, de la MÚSICA, con mayúsculas.